Feliz Samhain

Mañana será la noche de Samhain, mas conocida por la comunidad “muggle” como Halloween o la Noche de los difuntos. Es una de las más  mágicas de todo el año y cuyas leyendas y tradiciones sobrevivieron a la imposición del cristianismo sobre los pueblos celtas en los que esta fiesta tiene su origen. Es por eso que en la actualidad muchas de las ramas más radicales de cristianismo no quieren que sus seguidores celebren esta fiesta por considerarla de origen pagano (aunque si se ponen en ese plan, deberán dejar de celebrar todo su calendario de festividades).

Samhain es la última fiesta de la cosecha en el calendario celta y su nombre significa “el fin del verano”, el calendario celta dividía el año en dos mitades principales la mitad oscura que se iniciaba en esta festividad y terminaba en la de Beltane (Primero de Mayo). La otra mitad, la parte luminosa comenzaba en Beltane y terminaba en esta festividad.

En esta noche todas las cosechas debían estar ya recogidas y guardadas de forma adecuada para pasar el invierno, los ganaderos ya habían escogido las cabezas de ganado que consideraban débiles parra pasar el invierno y a las que pensaban que no iban a tener forraje suficiente para alimentar y las ofrecían en sacrificio. Honrando con su muerte a los dioses, reservando parte de la carne para los banquetes de esa noche y la otra preservándola para el largo invierno. Agradecían los dones de la cosecha y de la fertilidad del ganado que les ayudaría a pasar el invierno.

Las generaciones actuales hemos olvidado el significado del invierno, gracias a la tecnología y a las mejoras tanto en la agricultura como en las comunicaciones nuestros mercados están siempre abastecidos, pero hace menos de 100 años una mala cosecha o un invierno demasiado largo provocaban hambrunas que debilitaban a la población y provocaban muertes. En la actualidad aunque intentemos obviarlo las heladas del invierno suelen llevarse vidas entre aquellos que deben dormir a la intemperie durante el invierno. Por lo tanto aunque nosotros no tengamos que recoger ya las cosechas si tenemos otro tipo de cosas por las que dar gracias, como tener un tejado sobre nuestras cabezas, trabajo los que en estos momentos lo posean,  una familia siempre dispuesta a darnos la mano y amigos con los que compartir alegrías y penas. Se que atravesamos tiempos oscuros y de incertidumbre, por eso es bueno dar las gracias por aquellas cosas que consideremos buenas en nuestra vida.
 
También era y es una noche para el recuerdo, según esta tradición en estas noches en que la oscuridad va ocupando mas horas de nuestros días y los vientos del norte empiezan traer consigo las primeras las heladas el velo entre el mundo de los vivos y el otro lado se hacia mas fino. Según esta tradición en esos días podíamos sentir la visita de nuestros antepasados y de aquellos que habían cruzado al otro lado y que nuestro corazón extrañaba. Era por eso que en ese gran banquete se dejaban siempre asientos vacíos aunque con los platos llenos, para que desde el otro lado también pudieran disfrutar de la abundancia dejada por el verano.

Aunque no todas las almas tenían una familia con la que volver o sabían como volver a ella, por eso era costumbre dejar velas en las ventanas para iluminarles el camino y ofrendas de comida en el exterior para que estas almas también eran alimentadas. De esta tradición viene la costumbre de que los peques pidan caramelos disfrazados de monstruitos y fantasmas. Y es que si los espíritus no encontraban la ofrenda en el exterior podrían atormentar a la familia durante ese invierno.

De hecho no todos los espíritus que salían a vagar esa noche eran humanos, según la creencia los Sidhe (castillos subterráneos en los que moraban los Dioses y también las hadas) habría sus puertas y sus habitantes salían a vagar por los caminos. El pueblo de las hadas para los celtas no tiene nada que ver con la imagen que popularmente tenemos nosotros de ellas, si no que es su forma de llamar a toda una amalgama de entidades espirituales que no tengo tiempo de describir ahora, pero en la que nos encontraremos con entidades positivas y con otras menos positivas.

También se conmemoraba el como Dagda yaciendo en el río junto a la Diosa Morrigan consiguió los secretos necesarios para derrotar a los fomore en la guerra que iniciaron contra ellos al llegar a las islas.

Dentro de la tradición wiccana esta noche tiene dos interpretaciones mitológicas. En la primera el Dios desciende al mundo de los espíritus dejando a la diosa embarazada llorando su ausencia y dando paso al reinado de la Diosa en su faceta de anciana la cual es la que en esas largas y oscuras noches mostrara los secretos de la magia a sus seguidores. En otra el rostro oscuro del Dios de la luz y del grano muere tras haber sido herido de muerte durante el solsticio de verano, momento en el que derroto al dios de la oscuridad y la muerte, al morir este otro dios vuelve para gobernar este periodo del año y el dios de la luz durante el solsticio de invierno, renaciendo a través del vientre de la Diosa.

De un modo u otro en esta noche se celebra el rostro oscuro de los dioses, ese relacionado con los
misterios, incluido el mas ancestral de todos, la muerte.

Samhain no es una noche de grandes trabajos mágicos, es una noche buena para desterrar lo negativo de nuestras vidas, agradecer los dones, leer los oráculos y pedir protección para el invierno. Así como para sentarse cerca de una buena chimenea o en torno a una buena mesa regada por vino especiado, hidromiel y otras calidas bebidas para contar historias y escucharlas.

Como vivo yo Samhain.

Yo llevo ya dos semanas sintiendo como se acerca poco a poco la fecha en el calendario, aceptando su energía desde la ultima luna llena en la que acepte que la muerte era necesaria para la vida y aceptando como un años mas el verano lleno de abundancia se acaba y como cazadores deberemos hacer frente al largo y oscuro invierno.

Este año he ido notando como el velo se debilita y como los ancestros y las almas perdidas nos acompañan, yo no tengo el don de verlos, pero si que he percibido su energía en estos días. En el pasado reconozco que era algo que me daba miedo, pero en estas noches no he sentido ninguna presencia que causara inquietud en mí.

En casa ya esta todo casi listo para la celebración, los que nos vamos a reunir para honrar  a los antepasados y para pedir la protección de los antiguos para este largo invierno ya conocemos nuestros papeles.

En mi despensa ya esta todo lo que necesitaremos para mañana, la granada para la ensalada de granada, el pan Bimbo y los ingredientes para hacer los dedos de zombi que serán nuestro plato principal y la bebida que nos acompañara para brindar después. Tal vez compre una botella de vino para el ritual, aunque es una bebida que le guste a todos.

No haremos nada complejo, brindaremos por nuestros ancestros y por los que nos esperan ahora al otro lado, quemaremos en el caldero las cosas que queremos cambiar de nosotros y pediremos protección y bendición de cara a las largas noches.

Después abriremos el círculo y vendrá la celebración, alcohol, historias y tarots sobre la mesa, sin importar
la hora en el reloj, aguantando hasta que Morfeo nos derrote a todos y nos obligue acompañarle a su reino.

Estoy algo nerviosa, ya que acabo de superar una larga etapa de desconexión y el año pasado no celebre la festividad con un gran ritual. Tengo el nerviosismo de ver como saldrá, ver si consigo la energía y el ambiente deseado y de si consigo conducir bien la energía del grupo para mantener el círculo.

Pero en cierto modo tengo la sensación de que esto es como montar a caballo, que aunque las primeras veces que lo retomas los principios que aprendes no se olvidan.


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