Ogga: El hada anciana

Esta es otra de mis experiencias con el país de las hadas...

El Primer habitante del mundo de las hadas que Cookie me invito a conocer fue a la abuela Ogga. La abuela Ogga es un espíritu tan antiguo como la tierra negra y tan sabio como los anillos del árbol mas antiguo sobre la tierra. Por su ancianidad es respetada por todos los espíritus del mundo de las hadas y es fácil encontrar a nobles, guerreros o damas de las mas altas cortes pidiéndole consejo. Ella no le cierra la puerta a nadie, y siempre en su hogar encontraras refugio y consuelo incluso cuando la encuentras en sus días gruñones.

La vejez es visible en el rostro de Ogga, en su piel del color de la tierra se ven las edades marcadas como las grietas de la tierra seca o los pliegues en las cortezas de los arboles. Bajo las arrugas aun se aprecian unos cálidos ojos miel que suelen sonreír mas que estar serios, y una sonrisa cálida en unos labios finos. Viste con telas de araña y hojas secas, y algún que otro velo de liquen y moho, pues se viste con los frutos del otoño. Su cabello son como ramitas grises siempre enredadas y sus alas de mariposa han perdido el color para adoptar el color de la ceniza, y están tan agrietadas que ya no le sirven para volar. Pero ahoga no le importa no poder volar, pues su tiempo de cuidar las flores quedo atrás, ahora cuida a los topillos, a los ratones, a los tejones, las hormigas, las arañas y a las pobres lombrices de lasque todo el mundo se olvida menos ella, y eso que ella tiende a olvidar.

Ogga habita en una cueva en lo profundo del bosque, y aunque su hogar es una oquedad en la montaña no es para nada un lugar inhóspito. De ramas y hojas son las sillas y las mesas sobre las que se sientan sus invitados, y su cama esta hecha por las bondadosas arañas, que tejieron sus mejores redes sobre un lecho de hojas y hierba seca. Y en las mantas con las que se cubre las arañas tejieron entre sus telas amatistas y calcedonias para alejar a las pesadillas de sus sueños.

En el corazón de la cueva hay una marmita al fuego, en la que Ogga prepara suculentos guisos, cuyo olor suele atraer a los viajeros perdidos, los moradores del bosque y a otros curiosos visitantes. Es cuando su mesa esta repleta de invitados cuando Ogga se muestra mas feliz. En esos momentos ella rescata de las arenas del tiempo olvidadas canciones que canta con su voz de cuervo y relata cuentos sobre hechos que ya nadie recuerda.

Y es que aunque Ogga puede no recordar que hizo hoy o el día de ayer recuerda cosas que el resto de las hadas han olvidado, porque ella es la memoria de su pueblo y la vez el olvido. De hecho ella cuando es consciente de sus problemas de memoria dice que desaparecerá cuando se olvide de si misma, a lo que los habitantes del bosque que ellos no permitirán que se olviden de quien es...

Pero Ogga ha visto demasiadas promesas rotas para no ser consciente de que un día, como todo lo creado tendrá un final. Pero no le teme a la muerte o al olvido, pues a veces ellos también se sientan en su mesa a escuchar sus historias, son viejos amigos a los que un día acompañara a un nuevo viaje... A un nuevo camino... Pero aun no es el momento.

Pues ella tiene una misión muy importante por cumplir... Y es que a veces llegan a la cueva de Ogga almas tan ancianas que han olvidado todo salvo el caminar, y ella que conoce todas las historias les ayuda a recordar la suya. Y según las almas recuerdan los años se van borrando, ella les conforta hasta que recuerdan el camino hacia su nuevo destino...

A veces a Ogga le duele dejarlos marchar, pues siente que cuando les entrega su historia ella olvida algo de si, pero en seguida se le olvida, pues siempre termina recordando que tiene algo que hacer.

Si te sientes perdido búscala, pues ella te ayudara a recordar aquello que estabas buscando.

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