De Hechizos de Amor y otras historias de Terror.



Viendo la desorientación y la desinformación que hay sobre estos temas he decidido dedicar un post a los hechizos de amor.

El tema sentimental parece ser uno de los que mas preocupan a las personas, esto ha sido así ahora y casi desde los inicios de la humanidad. En muchos casos la gente se enfrenta a su propio soledad de un modo equivocado, estando tan desesperados por buscar el amor de los demás que son incapaces de amar a la persona más importante de su vida, ellos mismos.

Esa desesperación en muchas ocasiones lleva a las personas a caer en manos de desalmados que les sacaran el dinero para supuestamente traerles a su vida al amor que ansiaban, o en otros casos se pondrán a jugar con fuerzas arcanas sin conocer muy bien lo que provocando y con que fuerzas están jugando.

Viendo como esta la situación al final he decidido aportar un poco luz al tema para evitar que la gente caiga en confusiones.

La magia negra también se esconde en los hechizos de amor.


La mayoría de hechizos de amor que hay circulando ahora mismo por la red son hechizos de magia negra por mucho que se empeñe la gente en que no lo son. Da igual que invoques angelitos en tu ritual, que tú quieras mucho a la otra persona o que esa persona fuera antes tu pareja, todo hechizo que altere el libre albedrío de la persona es un hechizo de magia negra.

En muchas ocasiones dicen que lo que están haciendo son hechizos de magia roja porque están relacionados con las pasiones y porque además muchos de ellos utilizan fluidos corporales (sangre menstrual, semen…), pero para mi el rojo que tienen es el negro de la sangre seca.

El amor es una de las fuerzas mas sagradas de la naturaleza, es el motor del deseo, del cariño, es algo que necesitamos y que con frecuencia no apreciamos en toda su extensión pues nos obsesionamos con una de sus formas. Parece ser que el único amor que importa es el amor de pareja y la gente se olvida de amarse a si mismo, de apreciar el amor de su familia, amistades, mascotas…

Muchos se empeñan en generar el amor de pareja por medios magicos…

El problema viene cuando el amor es un sentimiento mágico que solo puede generarse de forma natural, intentar generarlo de forma mágica es imposible y lo único que se genera es una ilusión de amor.  La persona afectada por un hechizo de amor siente dependencia física y psíquica hacia la persona que ha realizado el trabajo mágico o hacia la persona que lo encargo.

Se crea una atadura energética que yo suelo percibir en los chacras base, corazón y sacro. Esta atadura genera efectos psíquicos que pueden ser muy similares a los del enamoramiento, al menos durante el primer tiempo de la relación. El problema viene con el tiempo cuando estos  puntos energéticos del cuerpo se ven dañados

Como diferenciar un hechizo de amor de los amarres

A la hora de hacer un hechizo de amor debemos tener muy presente que en ningún momento debemos enfocarlo a desear obligar a otra persona a amarnos. La magia nunca nos va a generar un sentimiento de amor real y lo único que consiguiéremos será el sufrimiento de la otra persona y el nuestro.

Un verdadero hechizo de amor ira enfocado a ayudarnos a apreciar el amor en nuestra vida, ayudándonos a amarnos a nosotros mismos, a nuestra familia, amigos, mascotas… Y si estamos enfocados en la búsqueda de una relación de pareja a abrirnos a las oportunidades que nos ofrece el cosmos.

El principal problema que nos encontramos a la hora de abrirnos al amor es que cuando estamos solos solemos estar cerrados a sus influencias por distintos motivos, y para colmo no so solemos apreciar las formas de amor distintas al amor de pareja. Por lo que nos terminamos viendo en muchos casos el amor que nos rodea y nos olvidamos de amarnos a nosotros mismos, obsesionándonos con el amor de pareja.

Este estado obsesivo es el que no nos permite acceder al amor de pareja, porque además muchas veces nos
encontramos arrastrando además las heridas, fantasmas y otros lastres de relaciones anteriores. Todo esto nos lleva a estar en una especie de bunker emocional que hace cuando el pobre cupido pasa a nuestro lado no encuentra abertura por la que colar una de sus flechas y tendemos a deprimirnos.

Al final terminamos por hacer algo desesperado y estupido que aunque nos pueda reportar un consuelo temporal a la larga nos hará pagar graves consecuencias en nuestro sino. Intentamos hacer que una persona nos ame por medio de la magia, y podemos tener aparente éxito, pero lo que obtendremos no será verdadero amor y nos llevara a una destrucción emocional.

¿Endulzar o Dominar?

Otra de las grandes modas en lo referente a los hechizos sentimentales son los endulzamientos,  hechizos que prometen hacer desaparecer todos los problemas con nuestra pareja por arte de magia y en otros casos hasta hacerla volver si la hemos perdido.

Curiosamente la mayoría de esos hechizos suelen incluir oraciones con palabras como dominar, amansar o atar… y están dirigidos solo a la parte que no esta realizando el ritual. No se a vosotros pero a mi eso me suena a algo muy distinto a endulzar una relación, si no mas bien a esclavizar mágicamente a una de las partes, a amarrarla a ti.

Si uno de verdad quiere pedir cierta intervención de ayuda mágica para endulzar su relación no lo hace este modo, ya que por mucha miel que le eches al ritual si afrontas el problema solo queriendo afrontarlo desde el que esta enfrente en vez de empezarlo desde nosotros mismos.


Un verdadero endulzamiento no le pide a la persona de enfrente convertirse en un gatito mimoso, reprimiendo las partes que no nos gustan o provocando un mayor deseo de la pareja hacia quien ejecuta un ritual.  Si lo que quieres de verdad endulzar la situación de tu pareja el ritual debe ir dirigido a ambas personas y a encontrar la solución al problema que os tiene en crisis, porque si lo hacemos tal como hemos visto que no debe hacerse el problema estará ahí y cuando pase el efecto del hechizo, lo deshagamos o alguien lo deshaga por nosotros el problema seguirá ahí e incluso se abr amplificado.

Así que cuando estemos  ante una crisis de pareja no debemos enfocarlo a controlar el temperamento de quien tenemos enfrente, si no a abordar el problema emocional que esta afectando a ambos. Podemos enfocarlo en pedir luz para ambos, pidiéndole al cosmos que ayude a templar el temperamento de AMBOS, y ayudar a encontrar un camino por el que el sufrimiento se acabe, dejándole claro que no quieres forzar su voluntad o dañar, si no paliar un sufrimiento.

Esto si es un verdadero endulzamiento, porque lo que se esta buscando es paliar un dolor en una relación, recibir ayuda para encontrar una solución y no intentar retener a nadie contra su voluntad.

¡En dos horas te devuelvo al amor perdido!


Estoy harta de leer esta clase de anuncios en Internet y ver cientos de hechizos en foros esotéricos para obligar al amor perdido a volver a nosotros. Aunque tranquilos no voy a seguir incordiando sobre lo malo que éticamente son este tipo de hechizos. Si no de las consecuencias que puede tener para uno mismo aferrarse al pasado.

La vida son ciclos, uno más largos y otros más cortos, pero queramos o no, el invierno da paso a la primavera y el verano da paso al otoño, pues todo lo que empieza acaba. Los finales de los ciclos son siempre los comienzos de otros, algo que con frecuencia olvidamos.

Cuando la persona que amamos decide que es el fin de su ciclo a nuestro lado es un proceso emocional doloroso, es algo que tengo claro puesto que lo he pasado. Muchas veces no hemos visto llegar el final de la relación y nos piílla la situación tan de sorpresa que se nos viene el mundo encima y nos anclamos.

En esos momentos nos olvidamos prácticamente de nuestro propio valor, de donde esta nuestro norte y lo único que deseamos es que nuestro amor retorne a nosotros para darle sentido a nuestra vida…

Y de esto es de lo que se suelen aprovechar muchos desalmados y el motivo por el que mucha gente se pone a jugar con fuerzas desconocidas para ellos. Ya se sabe que a ocasiones desesperadas, medidas desesperadas.


¿Pero realmente es nuestra desesperación es real?

Desde pequeños nos crean la ilusión de que el amor cumbre a experimentar es el amor de pareja y que este como en los cuentos debe ser prácticamente para toda la vida, en lo que se cumpla para la mítica frase de felices para siempre.

El problema viene cuando en el mundo real lejos de las páginas de los libros de cuento o del glamour del cine la sangre real escasea, siendo los ogros la especie más común con la que nos encontraremos en nuestro día a día. Eso nos lleva a una eterna búsqueda por el amor ideal que termina por sumirnos en una desesperanza cuando descubrimos cuando que nuestro compañero de cuento se convierte en un ogro o viceversa, viéndonos de pronto en muchos casos completamente perdidos al ver como perdemos al que creemos nuestro por destino y sumiéndonos en un sentimiento de desazón.

Nos olvidamos en ese momento de que somos mas 6 billones de personas en el planeta y que aunque sea por pura estadística terminaremos por encontrar a otra persona afín. Nos obcecamos en esa persona, en su recuerdo y nos olvidamos en volver a empezar el ciclo.

Es entonces cuando el recuerdo nos lleva a cometer la estupidez de buscar a través de la magia que esa persona vuelva a nosotros. Y el verdadero problema aparecerá si de verdad conseguimos que esa persona vuelva, porque no será precisamente el amor lo que lo una a nosotros y los problemas por lo que la relación se rompió seguirán ahí.

Así que nos encontraremos con una persona a nuestro lado que ya no nos quiere, que pueda mostrarse fría o que solo nos quiere en la cama, pero no para el sentimiento de amor que nosotros añoramos.

Eso cuando no somos nosotros los que acabamos obsesionados por esa persona.

Y lo peor de todos es que aferrándonos a esa fase de nuestra vida estamos impidiendo que otras lleguen a nosotros y nos traiga nuevos amores o emociones. Aferrarnos al pasado no vamos a conseguir ni avanzar y te veras atascado en una fase de tu vida que vas a tener que estar constantemente aferrando a través de la magia… Y todo porque no has aprendido a dejar marchar a las personas de tu lado.

Igual que aceptamos cada año que todos los veranos llegan a su fin deberíamos aceptar que todas las relaciones tienen un fin, de ese modo posiblemente viviremos menos obsesionados con la posibilidad de que su fin llegue y mas en disfrutarla el tiempo que dure.

Cuando llegue su fin nos dolerá pero estaremos preparados para ver que después de ese ciclo vendrá otro que nos traerá nuevas experiencias a nuestra vida.

El origen de la tradición de los hechizos de amor.

Os preguntareis que como siento tan malos esta clase de hechizos nos encontramos con tanta tradición de estos hechizos, y la respuesta es sencilla. En el pasado el amor no gozaba de la libertad de la que disfruta ahora.

Hasta hace nada el matrimonio no simbolizaba como ahora la culminación del amor, si no que una gran mayoría de estos se producían como un mero intercambio comercial entre familias donde la mujer era el principal valor para intercambiar. El amor entre una pareja era algo que se supone surgía con el tiempo si surgía y a veces de conseguir el amor de un hombre dependía el resto de tu vida.
Ahí no se trataba de buscar alguien que nos llenara la cama, si no la despensa, además de evitar que el hombre te maltratara o dilapidara el dinero familiar en otras mujeres. En esos tiempos las mujeres estábamos destinadas a ser un cero a la izquierda, servir a los hombres y cuidar de un hogar. Era nuestra misión vital y las mujeres que se rebelaban contra esto terminaban condenadas a la prostitucion.

Por suerte nuestras antepasadas lucharon contra esta situación y ahora las mujeres gozamos de independencia económica y derechos sociales de los que hasta el momento carecíamos. Ahora hombres y mujeres gozamos de libertad para amar, para disfrutar de la vida y de la posibilidad de ser independientes y elegir nuestro propio camino.

Ya no dependemos de quien esta en nuestra cama para servir un plato en la mesa o para hacer algo tan sencillo como ir al banco o al mercado. Y esta libertad ha impregnado la filosofía de la mayoría de sistemas mágicos, los cuales han incluido en su forma de actuar normas sobre no afectar al libre albedrío de otros seres humanos.

El problema viene por parte de tradiciones que no han evolucionado a un nivel ético y de los aprovechados que buscan aliento en la desesperación humana.


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