Mis vivencias


No suelo ser muy dada a compartir ciertas experiencias en publico, para que otros lo vea. Se que muchos en seguida se abren, pero los otros mundos a los que accedo han formado parte del mio propio interior por mucho tiempo y este representaba para mi un lugar seguro donde nada podía hacerme daño. Y a día de hoy aunque me he vuelto mas fuerte y mas segura de mi misma hay partes que me cuesta desnudar.

Esos otros mundos se abrieron para mi en cuanto aprendí a meditar, en mis primeras meditaciones apareció ante mi una medicinal animal, la del caballo, el cual me enseño a viajar a otras realidades. Había muchos mundos dentro de este mundo. Descubrí la belleza de los reinos de las hadas, las esencias elementales y las profundidades de la tierra. 

Empece a dedicar parte de mi rutina unos minutos al día a visitar estos lugares llenos de sabiduría y que me han mostrado su sabiduría a lo largo de los años. Las pocas veces que he rebelado estos lugares a  otras personas estas no hicieron buen uso de su secreto, es por ello que la mayor parte del tiempo callo y guardo silencio sobre estas vivencias.

Aunque creo que ha llegado el momento de ir compartiendo algunas.

Yo apenas conocí a mis bisabuelos, era apenas un bebe cuando murieron, pero cuando tenía unos quince años soñé con ellos.

El sueño era un hermoso pasillo de color verde, allí me encontré a una mujer sentada en una mecedora meciéndose al lado de una estufa de gas que ardía en un color azul sin llevar bombona. Ella tenía el pelo blanco y lo llevaba recogido en un moño alto en la cabeza. Había también un hombre alto con bigote y otro hombre moreno que me recordaba a mi abuelo. Después apareció una mujer morena también con un moño alto que me recordaba a una tía abuela pero que no era ella.Tiempo después del sueño les describí a estas personas a mi madre y ella me dijo que eran clavados a mis bisabuelos. La familiaridad con las que los trataba y este detalle fue lo que me hizo estar segura de que eran ellos.

Su mensaje fue muy positivo para mi en ese momento. Este fue uno de mis primeros sueños con el otro lado y una de las experiencias que me hicieron darme cuenta de lo real que podían ser las cosas que percibía. Con los años he aprendido lo importante que es creer y seguir aquello que siento dentro de mi. El camino en la vida no deja de ser una serie de señales que es necesario atender para no perderse. Ella te las va mandando, solo hay que estar atento..



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