El objetivo de esta meditación va a ser trabajar y sanar el chacra del plexo solar, fortaleciendo nuestra voluntad y ayudándonos a librarnos de la ansiedad.
Se puede fortalecer esta meditación usando energía reiki sobre ese punto de nuestro cuerpo o con gemoterapia. En si son piedras muy recomendables para este ejercicio el citrino, la calcita amarilla (tanto en su variedad normal como en el espato islandes), ojo de tigre o jaspe mokaita. Tanto las piedras como el reiki deberemos aplicarlos sobre el plexo solar.
Para realizar esta meditación buscaremos un lugar tranquilo y un momento en el que no vallamos a ser molestados. Adoptaremos una posición que no sea cómoda, pero no tan cómoda como para quedarnos dormidos. Una vez estemos relajados y con el estado mental y espiritual adecuado iniciaremos este viaje interior de sanación.
Cuando estemos en estado meditativo iniciaremos nuestros pasos por un camino, un camino que nos llevara a un templo circular. Puede que para algunos muestre el aspecto de un primitivo circulo de piedras, puede que para otros tenga el clásico aspecto de columnas griegas, o el exotismo de los templos de la india, egipto o de la civilización maya. En si lo importante no son las formas de vuestro templo, si no que es vuestro y por lo tanto resonáis con él.
Nos colocaremos en el centro del templo, y sentiréis como un pequeño sol nacerá de su centro. Sentiréis la calidez de ese sol sobre vuestra piel, una calidez que es capaz de iluminar vuestra alma. Nos colocaremos frente a ese sol y dejamos que su calidez y la serenidad que reporta a nuestras almas nos inunde.
Pensamos en este momento en que cosas nos angustian en nuestra vida en estos momentos y las soltamos. Sintiendo como van saliendo a través de nuestro plexo solar liberándolo. Es bueno que nos tomemos nuestro tiempo en analizar que nos angustia y porque para poder soltarlo. Para tener una liberación por completa sobre lo que nos angustia debemos reflexionar sobre ello.
Cuando sintamos que podemos soltar esas angustias las enviaremos a ese sol de nuestro templo, donde se quemaran, despareciendo de nuestro interior.
Despues observaremos las diferentes puertas del templo en cada una de ellas se nos mostraran caminos, futuras resoluciones a nuestros problemas que estarán al alcance de nuestra mano, veremos las soluciones claras, posibilidades internas que tal vez hayamos olvidado. Recordaremos que somos creadores de nuestro universo y que somos los únicos dueños de nuestro destino.
Después dejaremos que ese brillante sol dorado penetre en nuestro plexo solar y dejaremos que sane y limpie nuestro plexo solar, sentiremos como fortalece nuestro chacra y como nosotros nos sentimos en una mejor armonía con nosotros mismos. Quedándonos con una gran sensación de paz.
Es el momento de regresar
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