Más allá de la Wicca

 El mundo de lo oculto es algo vivo y cambiante. A lo largo del siglo XX y XXI han emergido


movimientos y otros han ido decayendo. En el mundo hispano muchos de estos movimientos llegan más tarde ya que el mundo angloparlante ha sido más prolífico que el nuestro en este ámbito. Creo que influye en parte esa herencia cervantina que de ver mucho de lo espiritual como tonterías y pérdidas de tiempo.


Cuando empecé hace quince años en estas cosas podrías encontrar clásicos de la magia ceremonial en su mayoría escritos un par de siglos atrás donde la misoginia que exudaban hacían que una adolescente inquieta se sintiera en territorio hostil, mucha nueva era con un tufo angelical que alguien que nunca había encajado con el cristianismo no era nada atrayente… Y por último encontrabas la Wicca, que era amigable, tenía un punto que sonaba revolucionario en aquel momento y resonaba con muchos de nosotros.


La Wicca era espiritual, era brujería y tenía elementos de esa magia ceremonial pero sin el cartel de solo chicos que tenían los clásicos. A día de hoy sabemos que es hija de su época, que bebió de la golden dawn, de crowley, de la magia popular británica, de Murray, Leland y Graves… Y aunque no fuera tan antigua como su historia mítica, creaba un mito válido.


Muchos nos enamoramos de la Wicca, para algunos fue una relación de verano, corta que les sirvió para madurar, para otros fue un romance más largo pero no para toda la vida y para otros ha sido el amor de su vida.


De quienes a través de ella conocimos la Wicca se han dado varias corrientes principales. Unos fueron hacia la magia del caos, otros desarrollaron la llamada brujería moderna que bebe de la Wicca aunque le quita su parte más religiosa y profunda… y otros se acercaron a las diversas ramas de brujería tradicional y la magia folklórica.


La brujería tradicional se define como formas de brujería anteriores a la Wicca. Este tipo de brujería normalmente se practicaba a modo de linaje iniciático y familiar y desarrollado de forma local. En España es difícil encontrar esa brujería tradicional y folklórica por daños tanto por la persecución religiosa de la era moderna, como incluso por toda la imposición religiosa nacional católica del franquismo.


Es normal que mucha gente esté buscando en sus raíces, que esté buscando en la magia folklórica de su zona algo más allá del mito de la diosa de Graves y Murray, que busquen en los ecos de sus robles, en sus encinas y en los relatos mágicos de sus abuelos, en aquellos a los que sobrevivieron a la guerra civil.


He visto criticar esta búsqueda de raíces, en alguien que ya es la segunda vez que saca tradiciones de la nada, inventando les una falsa ancestralidad y no recomiendo su invento hasta que se ve obligada a reconocer su invento, aunque esta vez es evidente porque el nombre es incluso copia de uno de los autores que tuvieron influencia en la Wicca.. Que le copia a la nueva era al mismo tiempo que la crítica y la envuelve conspiración. ¿Quien eres para criticar de no saber de brujería a otros cuando vives de copiarlos?


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