Reflexiones de una bruja - Bruja de Ciudad

Cuando imaginamos a las brujas siempre las vemos con sus sombreros de pico, vestidas de negro y viviendo en casa perdidas en el corazón del bosque. Pero pocos imaginan a las brujas de ciudad, hijas del nuevo milenio que se mueven con tanta naturalidad en la naturaleza como en la ciudad, que cabalgan con la misma naturaleza las aguas de la tradición como las de las nuevas tecnologías.

Yo soy una bruja de ciudad, un alma que despertó a la magia entre los grandes edificios de una gran ciudad, que tuvo que aprender a escuchar el latido de la tierra a través del sonido del tráfico y de la actividad humana. Cuando aprendes a escuchar descubres secretos, pequeños lugares donde entre los edificios aun moran los espíritus de la naturaleza. También los edificios cuentan historias y desde sus cimientos cantan canciones los sucesos ocurridos entre sus muros o ante sus grandes fachadas.

A veces cuesta encontrar la conexión con él todo, pero cuando la descubres te das cuenta que esta ahí, conectandote, no solo a la tierra, si no a las personas que te rodean. En una sociedad que tiende a buscar una división entre los seres humanos para que olviden la fuerza que tienen para estar unidos. Recordar que todos los seres humanos estamos conectados, que todos procedemos de la misma fuente de luz es clave para poder cambiar la realidad en la que vivimos. Con frecuencia cuando despertamos espiritualmente podemos sentirnos apartados del resto de la humanidad, y por desgracia algunos se sienten por encima. Aceptar los diferentes procesos de evolución es otro de los misterios

Porque no siempre podemos ir al campo a recoger plantas o necesitamos plantas que no crecen en nuestra zona. Entonces nos toca ir al herbolario o a la tienda de tés, puede que no crees la conexión con la fuente de la planta, pero conectas con la persona que lleva la tienda, conoces su historia, sus problemas y descubres que aunque podéis caminar por sendas diferentes en el fondo todos llevamos el mismo camino. También puede ocurrir que tu proveedor de piedras habitual decida por ti que necesitas una piedra que tu ni te has planteado usar, porque el universo tiene formas muy curiosas de darte lo que necesitas. Y esa misma persona puede darle tu contacto a alguien que necesita de tu ayuda en otro momento, porque estamos todos conectados y el universo obra a través de esas conexiones.

También la red se ha convertido en una herramienta más, los grimorios se han convertido en archivos .doc y en blogs abiertos en el ciberespacio. Se han creado espacios seguros para poder intercambiar conocimientos y bibliotecas enteras están al alcance de un click. Nuestras antepasadas no tuvieron la suerte que nosotras tenemos ahora, la alfabetización estaba limitada a unos pocos en la sociedad y gran parte de los conocimientos estaban censurados o atesorados solo por unos pocos.

La magia nos rodea, nos envuelve, nos rodea, da igual donde estemos, donde moremos, nuestra alma encontrara el camino a ella. A veces puede sorprenderme esperando el autobús, como una oleada energía o como un susurro en la brisa primaveral. A veces son las notas de un arpa, tocada en la calle, bajo la sombra de un palacio en el corazón de la ciudad. Esta ahí, latente, latiendo, esperando a desvelar todos los misterios.



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